23/4/14

EL FUNDO LO ECHEVERS DE QUILICURA

                                                              La reforma agraria 
En el año 1959, al ascender a unos de los cerros de Quilicura, desde la cumbre se podía distinguir la extensión de sus terrenos y el color de los árboles y el campo.
Al dirigir la vista hacia norte se divisaban nítidamente las casas del pueblo y sus tejados y techos de zinc.
Era un villorrio pequeño de construcciones de adobe, que no se extendía más allá de unos tres o cuatro kilómetros.
A lo lejos, en la línea del horizonte, se recortaban los cerros de la comuna de Colina que parecían recobrar vida propia, con sus tonos verdes y amarillos.
Al mirar hacia el poniente, el campo se exhibía en todo su verdor y era muy fácil visualizar los sembrados en pequeños predios, de acuerdo a lo que los campesinos habían trabajado.
Los surcos estaban dibujados y hasta se podía observar el pequeño arroyuelo que regaba las hortalizas.
Al contemplar el paisaje hacia el poniente, lo que se distinguía era el llamado “Fundo Lo Echevers”, un enorme espacio verde que dominaba todo el paisaje hasta donde se perdía la vista.
El fundo tenía como límite la ladera del cerro donde un camino rocoso y pequeño serpenteaba la falda y por allí los deudos caminaban hacia el cementerio local.

La extensión del camino hacia el cementerio era algo así como dos kilómetros; sin embargo, el fundo iba mucho más allá de eso, hasta encontrarse  con el límite de la localidad de Renca.
Era el fundo Lo Echevers, un enorme espacio verde que la vista no contenía de una sola mirada.
Tenía algo de misterio, pues sus accesos estaban protegidos con árboles y zarzamoras y en el interior una naturaleza casi virginal se descomponía en múltiples especies.
La vegetación era exuberante, lo que convertía ese lugar en un espacio de frescura natural donde el calor parecía no llegar.
Eran  infinidad de árboles los que circundaban el largo perímetro y que se multiplicaban y crecían ilimitadamente.
Los niños escolares de la época tenían la posibilidad de recorrer la intimidad del fundo, porque cada año durante el mes de octubre existía una fecha denominada “El día del juego y la recreación “. Ese día la única Escuela del “pueblo”( 165 ),se trasladaba completa hacia ese lugar y los niños podían jugar y recorrer por los rincones de sus parajes.
Sin duda que entre álamos y sauces, los más altos y frondosos eran la gran cantidad de eucaliptos que aromatizaban el lugar y provocaban  un silbido mágico cuando venía la brisa.
Las chozas y las construcciones eran poquísimas, o probablemente habían sido levantadas en alguno de los sectores hacia el camino del “Noviciado”, que se encontraba hacia el valle del Mapocho.
El fundo Lo Echevers era muy extenso, sin embargo no era el único, porque en Quilicura había otras haciendas tan grandes como esta, alguno de los más  emblemáticos lugares fueron  el Fundo “Lo Marcoleta”, el fundo “Lo Cruzat”, el fundo “Lo Ruiz”, el fundo “San Luis”.
La vida en el campo era muy simple.
El dueño del fundo dominaba su gran hacienda y contaba con tierras, herramientas, carruajes, animales y trabajadores.
Los trabajadores eran inquilinos a los que se les asignaba una choza, una rancha, para que durante su vida, ellos y sus hijos hicieran producir la tierra con todo tipo de productos. Estos productos eran comercializados en grandes centros de distribución y de este modo  se acrecentaban los bienes y las riquezas de los dueños.
En Quilicura la tierra era muy fértil y las cosechas de zapallos, melones y sandías eran de gran connotación.
Sin duda que las verduras eran las de mayor producción, pero al mismo tiempo eran las siembras y cosechas que acrecentaban las miserias de los campesinos y trabajadores.


Los inviernos eran inclementes y el apio y otras verduras debían de cosecharse a veces en medio de la lluvia o las heladas.
El campesinado no reaccionaba frente a este hecho, porque la vida ya les había enseñado que se nacía pobre o rico, débil o poderoso.
Nadie podía sobreponerse a  esta situación, la vida del campo tenía sus reglas de supervivencia y al menos antes de los años sesenta, a nadie se la habría ocurrido reaccionar a este tipo de vida.
Los inquilinos y campesinos pertenecían al eslabón más pobre de lo que era la sociedad Chilena.
Los hijos que nacían seguían viviendo en el campo y el ciclo se repetía.
La tierra estaba en manos de unas pocas familias chilenas que habían creado grandísimas fortunas.
El fundo de lo Echevers pertenecía a una de estas familias:
La familia Vergara Echevers.
José Francisco Vergara Echevers

La familia Vergara disponía de haciendas en la localidad de Viña del Mar, donde fueron fundadores y gozaban de una refinada vida cultural y social.
La vida en nuestro país,  estaba organizada con un modelo de latifundios y muy pocas personas podían darse cuenta de las enormes injusticias y desigualdades que existían en la cotidianidad de la vida.
Los gobiernos locales se sucedían bajo las mismas condiciones, alternando las Alcaldías, de tal modo que nuestra historia sólo registra apellidos vinculados a los grandes terratenientes.
Lo mismo ocurría en el Gobierno Central, donde se sucedían los presidentes emanados de los partidos más conservadores de Chile.
 No estaba en el proyecto de ningún partido, remover  los cimientos de la política que obviamente favorecía y estimulaban la riqueza de la oligarquía.
En el año 1960 un aire de cambios y de movilidad social despertaba la conciencia de los pueblos del mundo.
Aunque nuestro país, geográficamente al igual que hoy, se encontraba aislado, de una manera muy sutil e inocente también recibía los ecos que llegaban desde las otras latitudes del mundo.
En el año 1964, se produjo un hecho político que alteraría de una manera u otra los cimientes de la sociedad Chilena.


Ese año en el mes de septiembre, fue electo como Presidente de Chile el Señor Eduardo Frei Montalva, quien había propiciado una “Revolución en libertad” como alternativa a la propuesta de los partidos de la izquierda, que merced a muchos años de lucha, habían logrado insertar la palabra “revolución” en los modelos de la política.
La revolución en libertad tenía como propuesta central la reforma agraria que se traducía en el eslogan “la tierra para los trabajadores”.
Los grandes terratenientes y los latifundios temblaron, porque el proceso esta vez si que parecía irreversible. Los políticos de la derecha habían sido derrotados y un clima de justicia clamaba desde la tierra.
En menos de dos años se habían establecido cientos de pequeñas cooperativas de campesinos y se había organizado el movimiento de los agricultores.
Todo giraba en torno a los Asentamientos.
Lo que se propiciaba en esos días era la expropiación de los latifundios y se les entregaba  la tierra a las cooperativas de trabajadores agrícolas organizados. Este inmenso movimiento fue conocido como la CORA, Corporación de la reforma agraria.
Los fundos comenzaron a ser expropiados.
En Quilicura esto no fue la excepción.
Existió una organización de agricultores y campesinos que conformaron la cooperativa agrícola y que orientados por abogados y políticos no demoraron mucho en hacer propias las propuestas del Gobierno de Eduardo Frei.
Surgieron los Asentamientos.
Uno de ellos fue el Asentamiento de Lo Echevers
En todo proceso se producen injusticias  y la mano de la mezquindad se hace presente.
Viejos  campesinos que trabajaron desde su infancia en las condiciones adversas de la tierra y de la sociedad, quedaron marginados de los beneficios de la CORA.
Así ocurrió en Quilicura.
Pero la reforma siguió adelante y el fundo de lo Echevers fue expropiado entre los años 1965 y 1966.
Fueron parcelados sus terrenos y los trabajadores de la tierra y sus familias, iniciaron una nueva vida.
En el año 1967 una extensa franja del Fundo, hacia el norte fue transferida a la llamada “Operación Sitio” y allí se instalaron cerca de 400 familias.
Junto con la reforma agraria, el otro gran proyecto social de la época era “Una vivienda digna para los chilenos”. Esta acción del gobierno se traducía en la búsqueda rápida de lugares para establecer centros poblacionales.
Una de las estrategias sociales era la “operación sitio”, que organizaba a pobladores “sin casa”, en grandes asociaciones y sindicatos.
Es de este modo que surge la Población María Ruiz Tagle, hoy conocida como “El Mañio”.
Lo que no se efectuó en decenas de años, se estaba realizando en no más de un lustro.
A fines del año 1968, el fundo “Lo Echevers” ya había dejado de existir y la mirada desde el cerro de Quilicura, dejaba ver ahora un sinnúmero de pequeñas parcelas y en  cada una de ellas, se había levantado una pequeña casa.
Parte de lo que ayer era un predio agrícola se cubrió de pasajes y calles con la nueva y pionera población.
Lo que el progreso traería años después, como todas las cosas, era impredecible.








7 comentarios:

  1. Efectivamente el fundo Lo Echevers fue expropiado por la CORA, o mas bien, fue un Robo Legal.
    Varios años antes de ser expropiado este campo, las 500 hectáreas que poseía originalmente el fundo, habían sido subdivididas en parcelas de 40 hectáreas. Posteriormente comercializadas y cada una de ellas tenían distintos propietarios. Sin embargo, la Reforma Agraria, argumentaba que los todos los campos de gran exención y mal trabajados serian expropiado, situación muy por el contrario a la que presentaban estas tierras. Los propietarios de estas parcelas en esa época, ex fundo Lo Echevers, dieron una dura pelea legal por años, para que no les quitaran sus campos. El Gobierno con tal de conseguirlo, debió hacer varios cambios en los estatutos legales, hasta lograr su objetivo.
    Una ves consumada la expropiación, el Gobierno pagó a sus propietarios valores irrisorios, y de la forma en que ellos quisieron, es decir, a les pagaron a 30 años plazo, a través de Bonos de la Reforma Agraria en valor fijo, que se cobraban solo una vez al año. Por esto es que se le llama el Robo Legal.
    Después de expropiadas las parcelas del ex fundo Lo Echevers, estas fueron subdivididas en parcelas mas pequeñas, de 14 hectáreas cada una, y repartidas entre algunos campesinos. Lamentablemente a estos pequeños agricultores, no le entregaron los recursos necesarios para trabajar sus tierras, las herramientas y el conocimiento necesario para administrar su trabajo agrícola. Al poco tiempo, esta situación los obligó vender sus parcelas a muy bajo precio, por no contar con lo necesario para ejercer sus labores de campo. Transformándose luego el Fundo Lo Echevers, en una zona Industrial.
    Esta fue la Gran Reforma Agraria impulsada por el Gobierno de Eduardo Frei Montalva.

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    1. La reforma agraria respondió al resentimiento, malaleche y al bajo ADN de este pueblo y su casta de pungas. La refornma agraria usurpo 1.200 fundois hasta Allende, y desde 1073 hasta 1980 "la banca" se apropió de 8.000 fundos, los chilenos tocamos fondo y los milicos tocaron fundo.

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    2. hola me interesa comunicar con usted para hacerle una entrevista de una pagina informativa

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  2. Ha sido un gusto encontrar este blog. Interesantes los post y los comentarios. Sigo leyendo. Saludos

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  3. Que Interesante información e historia de ese lugar, llegué a este blog porque lo Google al ver un anuncio en el diario que indica que el lugar se declarará en abandono y quedará a disposición de la comuna de Quilicura y refieren al ex Fundo lo Echevers, si no llegan los propietarios y/o comuneros a reclamar el patrimonio se aplicarán disposiciones de la normativa vigente. Probablemente las generaciones herederos de esos lugares desconocen su nexo, bueno la historia es de esfuerzo y política, lo que se realice en el lugar que sea en pro del bien común.

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  4. Tododa buena eidea es dable, pero la forma tipia que es "a la chilena", refleja mucho lo dicho por los anteriores comentarios. La no capacitacion de los nuevos dueños, no facilitar recursos para herramientas y semillas. Hay que recordar que el latifundio era una forma solapada de esclavitud, donde se explotaba al campesino y su familias, donde no existia seguridad social, salud y menos codigo laboral.
    Donde se trabajaba desde muy de la madrugada, hasta la caida del sol, sin defecho a reclamo, donde el patron era la autoridad maxima y que este aplicaba su propia ley. El hijo quedaba sujeto al tabajo infaltil desde que ya podia ayudar en algo a sus padres, y si su padre se enfermaba y no podia cumplir en trato de vivir y trabjar en el fundo, heredaba a su hijo el contrato y pasaba a reemplzar al padre..
    Creo fue buena con sus pro y contra, pero malo porque esos terrenos deberian haber quedado hasta hoy en los poder infelices y maltrados inquilinos vejados por esa oligarquia chilena.
    Los que gaaron fueron los bancos y personas vivas que vieron ignorancia y adquirieron esos campos, y despues usufructuar con esa tierras, como diamantes de sangre....

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  5. Hoy,lo Echevers,fundo de una familia chilena,expropiado por la " innombrable Cora",esta abandonado y es el fruto de la expropiación; se lo regalaban a gentes que no tenían idea de la tierra ni como cultivarla...la "Gran Política Agraria del la DC y que entregó en bandeja al "chicha Allende"... nada más

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