9/8/11

FESTIVIDAD DE CUASIMODO: fe, tradición y folklore...

La fecha más importante y significativa para la Iglesia Cátolica, es la fiesta de la Pascua.
Esta fiesta marca el inicio del año litúrgico y es la noche más sacramental del año.
Uno de los preceptos que tiene la Iglesia, es que los fieles comulguen al menos una vez por año.
Es obligación para el mundo cátolico comulgar por pascua de resurrección.
La  fiesta de la pascua de resurrección depende en cierto modo del calendario Judío, que establece la pascua de los ázimos la noche de la luna llena del primer mes, abbib.
Como uno de los mandamientos de la Iglesia cátolica, es comulgar en la pascua, ha surgido desde los albores de la República, la fiesta de Cuasimodo.
Esto es esencialmente lo que enlaza esta festividad con la fe cátolica.
Cuasimodo es un térrmino que significa "correr a Cristo", aunque esta etimología no es muy feliz.
Esto es necesario explicarlo.
En realidad el siguiente domingo luego de la pascua, es lo que la liturgia conoce como "la octava de pascua".
Antes del concilio, la misa de ese día se iniciaba con una oración del celebrante que decía. "de igual modo que los niños pequeños.."
En la época pre-conciliar, la misa se decía y se leía en latín.
El siguiente domingo después de la Pascua, la oración antes mencionada se leía por tanto en latín : "cuasi modo infantis".
El pueblo, cada año escuchaba esta oración y la tradición lo tradujo como "cuasimodo".
Este es el origen de la festividad.
De acuerdo con lo anterior, era este domingo, en que se cumplía el precepto de comulgar una vez al año, por pascua  de resurreción.
Los enfermos postrados no podían acudir a la pascua, principalmente porque la celebración es nocturna y porque se realiza en los meses del otoño que en Chile son muy fríos.
En el año 1800 y pensando en los enfermos de la comunidad parroquial, el sacerdote les visitaba y les llevaba la hostia de la comunión hasta sus hogares.
Cada año, luego de la pascua, el sacerdote iba de casa en casa llevando la comunión a los fieles que por motivos de salud no habían asistido a la misa.
Para entregar la comunión, el sacerdote portaba el "viático", un pequeño maletín con hostias consagradas, cáliz, patena corporales y vino.
En la época a que hacemos referencia no existían los vehículos motorizados y los desplazamientos en el mejor de los casos era cabalgando o en un carruaje tirado por bueyes o caballos llamado carreta.
Al pasar de los años, algunos bandoleros se percataron de esto y en muchas ocasiones los curas y sus acólitos, fueron víctimas de asaltos, pues consideraban de valor los ornamentos y el viático del sacerdote.
En esta época, nuestro país era inminentemente agrícola, el escenario donde ocurrían estos asaltos era el campo., sus callejones, sus caminos solitarios y los fundos y haciendas más lejanas.
Fue la misma comunidad cercana a la parroquia la que comenzó a organizar pequeñas escoltas para proteger al  "padre" en la entrega de la comunión.
Generalmente eran huasos y campesinos vestidos con sus atuendos típicos que precedían al sacerdote por senderos y caminos.
El pueblo comenzó a identificar esta caravana como "el cuasimodo".
El respeto por la tradiciones cátolicas y los dogmas de la Iglesia, establecían que la comunión no se podía recibir con la cabeza cubierta, es en esencia una falta de respeto y de devoción de lo que los varones estaban muy concientes.
Las mujeres por su parte, debían usar un velo de color negro o café para cubrir su cabello.
Este pequeño detalle motivó que los huasos y campesinos reemplazaran su chupalla y su sombrero, por un paño de color blanco con ribetes dorados. Por esta razón, el cuasimodo se corre con una "esclavina", que es el nombre que se dió a este paño en forma de capa.
Con el correr de los años, la festividad de cuasimodo se convirtió en una tradición vinculada estrechamente a la fe , fue creciendo en número y en participación  y ya no fue una pequeña escolta, sino grandes cantidades de jinetes, carretas, y todo tipo de vehículos engalanados con flores , ramos e imagenes de la iglesia.
A inicios del año 1900, esta fiesta llega a Quilicura, se trata de jinetes que acompañaban al sacerdote de la comuna de Renca, pero que necesariamente pasaban por Quilicura en las faldas del cerro "el cóndor", para visitar a los enfermos más apartados de la comuna.
En Quilicura, al igual que en muchos lugares, se inicio la conmemoración de esta fiesta manteniendo el contenido purísimo de lo que era la festividad.
Hasta la década de los ochenta, la fiesta era una acción conjunta de ambas comunas, pero hoy, merced al crecimiento poblacional, la caravana de cuasimodo realiza grandes esfuerzos por atender a la numerosa comunidad quilicurana, lo que es en realidad de gran mérito, pues es una actividad que se realiza prácticamente durante el día domingo completo.

El progreso y la modernidad, la globalización y la tecnología se han llevado gran parte de aquello, no obstante que la agrupación y en general los vecinos más antiguos, mantienen contra todo, la festividad que se realiza en la octava de pascua.
Aún se decoran los carruajes desempolvados para esta fecha, preparan sus caballos con especiales aperos, cubren sus cabezas con pañuelos de color , como siempre lo hicieron y recorren las calles al grito de :
" ¡ Santo, santo, santo, el señor Dios de los ejércitos, llenos están los cielos y la tierra de la majestad de vuestra gloria..!
¡ Gloria al padre, gloria al hijo, gloria al espiritu santo..!"


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